martes, 26 de agosto de 2014

Viñetas desde A Coruña.


“Viñetas desde o Atlántico” es uno de mis eventos favoritos.
Exposiciones muy cuidadas y bien pensadas. Charlas públicas con dibujantes, con guionistas y con la prensa.  Firmas de ejemplares en un ambiente de ciudad en fiestas, con todo el mundo en la calle, muchos coruñeses y muchos forasteros que hemos huido de la canícula veraniega del sur. Por la noche conciertos en la playa... con chaqueta. ¡qué elegancia!


Elena y yo somos los mayores del grupo de artistas invitados este año en “Viñetas”. Una peña de dibujantes, guionistas, organizadores, críticos, libreros y familias, con niños por medio y un ambiente de semivacaciones muy agradable.


Todos estamos en el mismo hotel, al lado del Kiosco Alfonso, que durante estos días se convierte en la sede principal del “Viñetas”, allí vamos a hablar en público, a atender a la prensa o a firmar libros. Las casetas de librerías, el bar de enfrente en el jardín, lugar de encuentro de los invitados y la organización, todo está cerca y así es inevitable que la relación que se establece entre nosotros sea también cercana,  pues tenemos muchos momentos para departir, para comentar o bromear y para conocernos y saber como es la vida en otros lados de este poliédrico mundo de los comics. ¿Los comics en la red? ¿Trabajando para los americanos? ¿el mercado francés? ¿el minimercado español? ¿Guionistas de qué?... etc.
Hubo también su momento “surrealista” cuando los walkings dead tomaron Coruña, y yo me encontré, casado con una zombi y cenando con con las autoridades, ¡nada menos que en el Pazo de Mariñán!


La exposición sobre el “médico novato” que nos encargaron e ideó Elena, está muy bien montada, con elegancia. La primera vez que la recorremos nos emociona, como nos emociona andar por Coruña, por los rincones que nos recuerdan a Pablo.



En los próximos libros que estamos preparando veréis que el doctor Uriel sobrevivió a la guerra de milagro. Supongo que los malos recuerdos de las tierras de Aragón le impulsaron a buscar un sitio alejado, para recomenzar su vida como médico civil.
Encontró su nuevo hogar en la lejana ciudad de A Coruña, trabajando en el dispensario antituberculoso. En esta ciudad se casó con Cecilia, tuvieron cinco hijos y ejerció de radiólogo hasta su jubilación.


A pesar de la distancia, Pablo no pudo olvidar sus atroces experiencias como médico novato en aquella guerra sin piedad. Pero sobretodo no pudo soportar que el régimen de la dictadura celebrara los “Veinticinco años de Paz”, la “Paz de Franco” (1964) con una propaganda agobiante que, sobre todo, iba dirigida a los centros de enseñanza donde estudiaban sus hijos. Pablo se propuso contrarrestar esa campaña contándoles como vivió la guerra civil y que aquella paz no era sino la consecuencia del miedo, la secuela de un terror sistemático.
Elena recuerda que "...una vez al año, mi padre se iba dos o tres días a un parador que miraba al mar. Supe después que allí hilvanaba con una máquina de escribir sus recuerdos, ayudado por las notas que había ido tomando a salto de mata, a medida que sucedían las cosas o venían a su memoria”.


En 1970 su padre le dió a leer la copia mecanografiada de sus escritos, cosa que hizo de un tirón...” me parecía estar leyendo una apasionante novela, pero me costaba imaginarle protagonista de esas aventuras y sufrimientos”
 El relato que Pablo Uriel escribe es apasionante, sí,  pero ponderado a la vez, es un libro admirable por su emotividad sincera y por la huella que deja.
“Después de leerlo uno siente cierta desesperación, qué duda cabe, ¡Tanta crueldad! ¡Tanto sadismo! ¡Tanta ignorancia ! ¡Tanta torpeza! Pero, con todo, el libro transmite cierta fé en las posibilidades del hombre y, rebasando esquemas maniqueos, no cierra la puerta a un futuro mejor, fundamentado en la caridad, la inteligencia y el trabajo.” Esto dice Ian Gibson en el prólogo a la  edición de “No se fusila en domingo” (Pre-textos. 2005)
Pablo Uriel fué un “médico humanista”. Así tituló Berta Uriel su intervención en el homenaje que la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia dedicó a su padre  el pasado 6 de agosto. Familia y amigos hemos celebrado juntos, este verano, la presentacion de “Un médico novato” y el centenario de Pablo, hemos celebrado la vuelta a la Coruña del Dr. Uriel.

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